Hoy quiero hablarte de las dimensiones espirituales. ¿Cuántas dimensiones existen? Y sobre todo, nosotros como seres que estamos viviendo una experiencia terrenal en qué dimensión estamos? Existen muchas dimensiones y cada una vibra a una frecuencia más alta que la anterior. Es decir, la diferencia entre una dimensión y otra es la longitud de su onda (frecuencia). A medida que subes dimensión existe una perspectiva más amplia, más libertad y paz interior.
Las siete dimensiones
“Las dimensiones son los diferentes estados de conciencia, estados de la existencia que experimentamos durante el camino hacia el Ser Único. Son los pasos evolutivos que el Ser decidió experimentar para regresar a la Fuente Divina.”
Espiritualmente hablando, cuando hablamos de dimensiones no nos estamos refiriendo a lugares físicos sino a frecuencias dentro de las cuales vibramos, es decir, a algo energético. También podríamos decir que son niveles de conciencia, desde el más básico o material hasta el más evolucionado o espiritual. Y para esto déjame recordarte que todos somos seres espirituales viviendo una experiencia terrenal.
La tercera dimensión: la Tierra
Podrías haber elegido muchos otros planetas que habitar y hemos elegido la Tierra. ¿Porque? Esta elección no es casualidad ya que venimos a trabajar los vínculos con otros. Y quizás no todos sepan que la Tierra se coloca en tercera dimensión, una dimensión gobernada por el Ego donde los individuos se mueven en una consciencia dual.
¿Qué quiere decir esto? Que cada uno piensa sólo en sí mismo. No le importa lo que ocurre a los demás. Es más, cree que no le afecta. No entiende que somos una totalidad integrada y que todo está conectado. Esto quiere decir que lo que yo hago puede afectar a los demás y al revés.
Además, en esta dimensión cada uno conectará con una herida emocional concreta, algo que venimos a trabajar a través de muchas encarnaciones. Esto es la rueda del Karma y cuando logremos completar estos aprendizajes y aumentar nuestro nivel vibración, llegará un momento en que no necesitaré volver a encarnar. Pero mientras tanto, vivimos en la tercera dimensión. Y aquí en la Tierra pasa algo asombroso ya que la Tierra ha subido de vibración y esto, de alguna manera, nos influye también a nosotros que vivimos en ella.
La cuarta dimensión
Cuando empezamos a despertar, vamos camino de la cuarta dimensión. Empezamos a cuestionar todo lo que nos contado hasta hoy y que nos hemos tomado como una verdad absoluta. Esto conlleva también un cambio de percepción en el que me hago consciente de que, hasta día de hoy, he estado dentro de la matrix. Y es un mecanismo en el que ya no quiero entrar.
Así que empiezo a cambiar ciertas cosas en mi vida. Por ejemplo, empiezo a alejarme de los medios informativos porque me doy cuenta de lo que me quieren contar no es verdad o no del todo. En esta búsqueda, empiezo a abrir mis ojos y mi mente, como si antes tuviera un velo que lo tapara y ahora se abre un mundo nuevo para mi. Obviamente, para poder llegar a este punto, necesito salir del escepticismo y de la mente racional.
De hecho, en este transito, puedes encontrar ciertas dificultades hasta que logres encontrar un equilibrio entre lo material y lo espiritual, entre lo racional y científico y lo que no lo es. En este sentido, no se trata de abrazar una u la otra cosa, sino dejar de luchar internamente, dejar de tener esta incongruencia, encontrando el justo equilibrio para que puedan coexistir en ti ambas.
La quinta dimensión
Cambiar dimensión significa expandir nuestra consciencia
Llegamos a la quinta dimensión donde habitan los maestros ascendidos. Ellos son seres de luz, guías que nos ayudan por ejemplo cuando canalizamos con los Registros Akáshicos y se manifiestan para darnos mensajes importantes. Entonces puede surgir en algunos de vosotros la siguiente pregunta: “¿Sólo alcanzamos la quinta dimensión cuando canalizamos? La respuesta es no.
También podemos alcanzar esta dimensión cuando estamos meditando. Es una sensación de profunda paz interior que nos hace elevar nuestra frecuencia. Esta dimensión se caracteriza por algo particular. Estamos en una dimensión donde ya no gobierna el Ego. Aquí no hay odio ni injusticia, ni guerras. Finalmente nos encontramos en una consciencia universal. Conectamos con una energía amorosa, un amor profundo.
En qué se diferencia la séptima dimensión
En cambio, la séptima dimensión es una dimensión energética donde el cuerpo espiritual se sobrepone al cuerpo físico. Requiere del más absoluto y puro amor, de amor incondicional. Es la vibración de la vida eterna. Aquí, en esta dimensión, ya no existe la muerte como la hemos experimentado a través de todas las encarnaciones que hemos tenido porque ya no es necesaria para nuestra evolución.
Podemos acceder a la séptima dimensión sólo cuando somos amor puro y vibramos en esta frecuencia.
El proceso de desapego es lo central de la séptima dimensión. Este consiste en liberarse de los lazos que provocan la separación con lo Divino. En esta dimensión se integra todo lo que estaba desintegrado o disperso, se integra y se entra en una frecuencia vibratoria de comunión total. Los seres que aquí están son de amor y luz. Es una dimensión energética donde no existe la forma, todo es en forma de energía de elevada vibración.
Cómo evolucionar para subir de dimensión
Enfoca tu atención en trabajar los aspectos pendientes y confía en que todo evolucionará. 
¿Cómo?
Una de las maneras para conectar con tu Yo Superior con tu parte más espiritual para saber en que nivel de evolución estás en este momento de tu vida es a través de una Lectura de Registros Akáshicos.
Si te llama todo esto y quieres emprender un camino de tipo espiritual, te invito a probar una Lectura conmigo ya que soy maestra de Registros Akáshicos y canalizo esta información a diario.
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